Cómo aprender a escuchar a tu cuerpo
El trabajo. Las horas frente al ordenador. Llegar a casa derrotado. Las prisas… Muchos viven así. Muchos no frenan y se dedican tiempo a sí mismos. Muchos todavía no conocen lo que pueden lograr si se paran a escuchar su cuerpo. Espero que tú sí lo hagas; pero, si por el contrario, todavía no has encontrado la manera de escucharte… Quiero ayudarte. Estoy aquí para lograr que escuches a tu cuerpo, que sepas lo que necesita de ti y que encuentres a tu verdadero yo en lo más hondo de ti.
Escuchar nuestro cuerpo tiene innumerables beneficios. De hecho, muchos no concebimos nuestra vida sin hacerlo. Muchas veces, vivir de prisa hace que estemos más pendientes de lo que necesitan los demás que de lo que necesitamos nosotros mismos. Por eso, necesitas quererte, mimarte y, sobre todo, conocerte.
Estrategias para escuchar tu cuerpo
Sé que ya eres consciente de los múltiples beneficios que puede reportarte escuchar a tu cuerpo y saber lo que necesita. Sin embargo, también sé que puedes pensar que se trata de un proceso complejo y difícil de lograr. Y, ciertamente, lo es. No todo el mundo es capaz de escucharse ni todo el mundo lo consigue a la primera.
No obstante, si eres consciente de que en tu cuerpo se encuentran todas las respuestas que estás buscando, seguro que pondrás todas tus ganas y esfuerzos en lograrlo. Y, como siempre se dice, querer es poder. Para ayudarte con la escucha a tu cuerpo, quiero ofrecerte una serie de ESTRATEGIAS ÚTILES para lograrlo. ¡Empezamos!
- Comienza por los detalles. Antes de establecer una relación total con tu cuerpo, es importante que empieces por cosas minúsculas. Por ejemplo: si estás cansado, descasa; si tienes hambre, come; si tienes sueño, duerme. Eso también es escuchar a tu cuerpo y darle lo que necesita.
- Céntrate en tu cuerpo y tu respiración. Es importante que, para escucharle, tu mente esté pendiente sólo de él. Deja a un lado todo tipo de preocupación y elimina cualquier pensamiento que no se centre en tu propio cuerpo. Para ello, suele ser beneficioso centrarte en tu propia respiración. Eso hará que no estés pendiente de nada más.
- Reflexiona sobre tus comportamientos. Aunque es algo que deberíamos hacer todos desde niños, no siempre se hace. Cuando presentas reacciones que no esperabas, por ejemplo, cuando respondes mal a lo que te ha dicho alguien, cuando lloras, cuando ríes, cuando te despiertas positivo o negativo, etc., es importante que te pares a buscar la razón de tu comportamiento. Funciona hacerse preguntas como: ¿Qué me ha llevado hasta ese comportamiento? ¿He tenido un mal día? ¿Qué pienso sobre la otra persona?…
- Exprésate siempre. En línea con el punto anterior, es importante ser consciente de nuestras expresiones y emociones y sacarlas al exterior. Es decir, si necesitas reír, hazlo; pero, si necesitas llorar, hazlo también. A veces, no nos permitimos estar mal y eso no es nada beneficioso para nosotros.
- No disfraces los problemas. Otro de los tips que pueden ayudarte a escucharte es afrontar siempre los problemas. En algunas ocasiones, tendemos a disfrazar u ocultar nuestras preocupaciones y problemas y, por tanto, no nos permitirá escucharnos e ir más allá.
Suele funcionar tener un cuaderno donde anotar todo lo que vas sintiendo y pensando en cada momento. Asimismo, funciona detectar patrones de comportamiento en tu cuerpo y anotarlos. Piensa que estás conociéndote como nunca antes y estoy segura de que descubrirás cosas de ti mismo que no sabías.
Establecer un diálogo con tu cuerpo
Ya estás más cerca de saber cómo puedes escuchar a tu cuerpo, pero quiero animarte a dar un paso más: quiero que establezcas un diálogo con él. Conocerte y escucharte es importantísimo, pero también lo es que tú hagas partícipe a tu cuerpo de todas tus preocupaciones y quebraderos de cabeza. Si tú le escuchas a él… ¿Por qué él no va a escucharte a ti? ¡Esa es la magia del diálogo cuerpo-mente!
Establecer una relación recíproca permitirá que tu cuerpo sea consciente de todo lo que tú necesitas de él. Eso hará que, aunque tu mente ya esté en otras cosas, tu cuerpo active todos los mecanismos necesarios para que estés bien, para ayudarte y para guiarte. Para ello, es importante que le hables y que lo cuides.
Si has llegado hasta aquí, estás mucho más cerca de conocerte a ti mismo. No obstante, queremos hacer hincapié en un último detalle: a veces es importante dejarte ayudar y asesorar. Escucharte y conocerte correctamente es un proceso complejo y, para ello, existimos personas que sabemos cómo guiarte. Soy Gema Martorell y estaré encantada atenderte, de buscar tu yo más profundo y de ofrecerte un cambio en tu estilo de vida que te ayude en este camino. ¡Contáctame! Te estoy esperando…