Consejos de nutrición para afrontar el verano (II)
En mi primera entrada sobre los consejos de nutrición saludable para afrontar el verano, hice hincapié en aspectos tan fundamentales como la hidratación, elegir ensaladas de todos los tipos o hacer tu propio helado saludable, entre otros. Sin embargo, me quedé con algunas cuestiones en el tintero. Por eso, en este nuevo post, te traigo algunos consejos más para comer como debes durante el verano. ¡Tu cuerpo debe estar sano durante todo el año! Son muchas las personas que deciden descuidar su alimentación durante los meses de verano por las no-rutinas, los viajes, las vacaciones… ¡Pero eso es un gran error! Se puede comer saludable y equilibrado independientemente de dónde nos encontremos o si estemos o no de vacaciones.
¡Quédate en este post y conoce algunos consejos más sobre nutrición saludable de mi mano!
Las frutas y verduras, tus grandes aliadas
Tanto si eres un verdadero amante de las frutas y las verduras, como si no, debes saber que éstas serán tus grandes aliadas durante los meses de verano. ¡Empezaré por aquellos que detestan las frutas y verduras! Para vosotros tengo algo que proponeros: ¿Qué tal un smothie fresquito con algunas frutas y verduras?
La magia de los batidos de frutas es que puedes mezclarlos con otros muchos alimentos para que te parezcan más apetitosos. Puedes añadirles chocolate, cacao en polvo, coco rallado… ¡E incluso un poquito de edulcorante! De esta forma, estarás comiendo fruta y verdura prácticamente sin darte cuenta.
Y para aquellos que son amantes de las frutas y verduras, sólo te diré que te las lleves allá donde vayas. ¿A la playa? ¿A la piscina? ¡Llévate un tupper con tus frutas favoritas ya cortadas! Verás cómo apetecen a grandes y pequeños…
Opta por pescados
Si no eres vegetariano ni vegano, tengo que animarte a elegir el pescado por delante de la carne. ¡No os asustéis, carnívoros! No estoy diciendo que dejéis de consumir carne en verano, pero sí que pongáis como preferente el consumo de pescado. El motivo no es otro que el pescado favorece la digestión, mientras que con determinadas carnes, tus digestiones serán más pesadas.
Además, el pescado suele tener un porcentaje mayor de agua, por lo que también estarás ingiriendo agua aun sin darte cuenta.