Ejercicios de Mindfulness para mejorar tu vida
El Mindfulness es, de manera muy resumida, una técnica que enseña a saber disfrutar de este momento, ese que estás viviendo ahora mismo. Podríamos relacionarlo con la meditación, con el conocido Carpe Diem o, simplemente, con aprender a valorar aquello que tenemos y somos, y hacerlo de una forma consciente mediante una serie de técnicas. Aunque, a simple vista, pueda parecer algo sencillo, lo cierto es que el Mindfulness conlleva cierto grado de dificultad. Por eso, quiero ayudarte.
Como ya te comenté, yo utilizo el Mindfulness con mis pacientes en consulta. Me parece un camino esencial para conocerte por dentro: tu mente y tu cuerpo. Sólo conociéndonos, escuchándonos y queriéndonos podremos poner solución a aquellos problemas que no nos dejan mejorar. Una de esas soluciones pasa por realizar un cambio en tu estilo de vida, algo para lo que el Mindfulness funciona a la perfección.
¿Cómo puedo incorporar el Mindfulness?
Para incorporarte en el mundo del Mindfulness siempre es aconsejable dejarte guiar por alguien. Buscar profesionales del tema, sin duda, te ayudará a encontrar esos ejercicios o pequeños trucos que mejor vayan para tu caso concreto. No obstante, existen ejercicios para iniciarte en el Mindfulness de los que me gustaría hablarte. ¡Mi objetivo con este post es ayudarte y es lo que voy a hacer!
- Piensa en lo que piensas. Aunque la frasecita se las trae, el fondo que tiene es maravilloso. Con esto, quiero animarte a reflexionar sobre las cosas en las que piensas. Párate y date cuenta de en qué estas pensando en ese momento. ¿Cuáles son tus preocupaciones? ¿Sueles pensar en eso muchas veces durante el día? ¿Por qué estás pensándolo? Sólo reflexionando sobre nuestra mente aprenderemos a escucharnos.
- Meditación estática. Una de las técnicas que más se utilizan para iniciarse en el Mindfulness es la meditación estática. Esta consiste en meditar en una posición quita y cómoda. Para ello, debes pararte a observar tu respiración y, cuando tu mente pretenda abstraerse, devuélvela a tu respiración. Así, podrás conocer tu cuerpo, tus sonidos, tus pensamientos… ¡Podrás llegar a controlar tu respiración!
- Haz tus rutinas más reflexivas. Con esto, quiero hacer referencia a la necesidad de llevar a cabo tareas de manera consciente. Por ejemplo, cuando estés limpiando la casa, límpiala pensando en que la estás limpiando. Hazlo de forma consciente, dándote cuenta de lo que estás haciendo. Muchas veces, estamos tan acostumbrados a nuestras rutinas que, cuando las hacemos, pensamos en mil cosas distintas. ¡Eso no es bueno para tu cuerpo ni para tu mente!
Estoy segura de que estos tres pequeños ejercicios te ayudarán a iniciarte en el mundo del Mindfulness. Es cierto que son prácticas pequeñas, que parecen sin importancia; pero, realmente, no lo son. Con pequeños gestos es mucho más fácil conocernos a nosotros mismos. ¡Sólo tienes que animarte, probarlo y contarme cómo te ha ido!
Otros ejercicios de Mindfulness
Si ya te encuentras en un estado más avanzado del Mindfulness, no puedes perderte los siguientes ejercicios que te dejo a continuación. ¡Son perfectos para esta técnica y te ayudarán en tu día a día!
El ejercicio físico es uno de los pilares fundamentales para el Mindfulness y también para lograr este cambio de estilo de vida que tanto ansías. Pero, como todo en este mundo maravilloso, debe ser un ejercicio físico consciente y meditado. ¡No sirve con salir a correr pensando en que luego debes hacer la compra y dejar preparada la comida de mañana! El ejercicio físico basado en el Mindfulness es aquel que se realiza prestando atención a la respiración, las posturas, los movimientos, tus brazos, tus piernas… Algo que puede funcionar es, si sales a correr, escuchar tu respiración, el impacto de tus pies contra el suelo o el sonido del mundo exterior.
Escribir es otra de esas técnicas necesarias para ejercitar el Mindfulness. Si puedes, reserva 10 o 15 minutos de cada uno de tus días para escribir. Coge una libreta y un bolígrafo que te encanten, siéntate en un sitio donde estés cómodo, enciende una vela o ambienta la estancia, pon luz tenue y, si te ayuda, enciende algo de música relajante de fondo. ¡Ahora es el momento! Comienza a escribir sobre todo lo que se te pase por la mente en ese momento. No elijas unos pensamientos sí y otros no: anótalos todos. Este ejercicio es perfecto para ordenar tu cabeza y, por qué no, para leerlo dentro de unos cuantos años y reírte de ti mismo.
De corazón, espero que estos ejercicios de Mindfulness te hayan ayudado un poquito. También espero que los pongas en práctica y que me cuentes cómo te han ido. Y, por supuesto, recuerda siempre que Gema Martorell está disponible para ti. ¡Quiero ayudarte a ser el verdadero dueño de tu cuerpo y tu mente! Y quiero hacerlo desde el Mindfulness, desde un cambio en tu estilo de vida y, sobre todo, desde el amor propio. ¡Nos leemos la semana que viene!