Problemas derivados de una mala alimentación
Supongo que ya eres consciente de que una mala alimentación puede influir negativamente en tu salud. Y si, por desgracia, todavía no lo eres, he de decirte que existen cientos (por no decir miles) de estudios científicos que lo corroboran. Tanto es así que puedo atreverme a decir que “algunos alimentos y las vitaminas, minerales y otros nutrientes que los constituyen pueden elevar o reducir el riesgo de cáncer” (Cáncer.net; 2019). ¿Quieres conocer los problemas derivados de una mala alimentación? ¡Sigue leyendo!
Quizá te haya sonado algo tópico que hable de cáncer cuando existen otras muchísimas enfermedades. Sin embargo, cada año, se detectan casi 300.000 casos de cáncer en nuestro país. Por ende, es comprensible que me sirva de una enfermedad como el cáncer para hablar de la incidencia que puede tener la alimentación en ella. Antes de nada, he de decirte que espero, de corazón, que tras leer estas líneas algo cambie en ti. Si todavía no llevas la alimentación que desearías, este es el momento de empezar. Porque… ¿Sabes qué? Nunca es tarde para empezar a cuidar nuestra salud. ¡Confía en mi!
Enfermedades relacionadas con la nutrición
Aunque son muchísimas más, a continuación, te explico algunas de las enfermedades relacionadas más directamente con la nutrición y la alimentación. Todas siguen un mismo patrón: cuando el cuerpo no tiene lo que necesita, cuando no dispone de los nutrientes y vitaminas necesarios, responde. Y puede hacerlo de mil formas. Una de ellas es enfermando.
La diabetes
La diabetes es una de las enfermedades más conocidas en todo el mundo. En España, afecta a casi seis millones de personas. Y, como imaginas, es una de las enfermedades a las que afecta una mala alimentación. Esta enfermedad se produce cuando existe una disminución de la insulina en nuestro cuerpo; en concreto, en el páncreas.
Cuando una persona es diagnosticada con diabetes, uno de los primeros pasos que debe seguir es establecer un control de su nutrición, junto al ejercicio físico y el tratamiento farmacológico adecuado. El objetivo principal es conseguir que la glucosa de la sangre de se encuentre en los niveles apropiados. Para ello, es necesario evitar alimentos como el azúcar, el sodio, las harinas refinadas, los lácteos…
La anemia
La anemia es otra de esas enfermedades que se ven influenciadas por el tipo de alimentación de una persona. Cuando alguien tiene una mala alimentación o una alimentación con falta de hierro, se puede generar anemia. Del mismo modo que ocurre con la diabetes, cuando alguien es diagnosticado con anemia, deberá evitar determinados alimentos. Asimismo, deberá apostar por las legumbres, el brócoli, los pistachos…
El cáncer
El cáncer y la alimentación van de la mano. De hecho, también muchos estudios han confirmado la relación entre la obesidad y el cáncer y, como imaginarás, la primera tiene un vínculo estrecho con el tipo de alimentación de una persona. Por ello, aunque la obesidad pueda no ser la causa principal, sí contribuye en gran medida a aumentar el riesgo de sufrir cáncer.
En concreto, los cánceres más relacionados con la alimentación son los siguientes:
- Endometrio
- Hígado
- Riñón
- Pecho
- Vesícula
- Ovario
- Tiroides
- Páncreas
- Colon
Alimentos beneficiosos y perjudiciales para el cáncer
Como te he adelantado, existen alimentos cuyo consumo debe incrementarse cuando padecemos una enfermedad determinada. Del mismo modo, existen alimentos cuyo consumo debe reducirse o incluso eliminarse ante determinados problemas de salud. ¿Pero cuáles son esos alimentos? Aunque depende principalmente del tipo de enfermedad que tengamos, siempre encontramos alimentos buenos y malos para nuestra salud. ¡Vamos a conocerlos!
Los alimentos de origen vegetal, como las frutas y las verduras, reducen el riesgo de padecer cáncer. En concreto, cánceres como el de cabeza, esófago, estómago, pulmón, páncreas y próstata. Asimismo, también existen estudios que apuntan a que el consumo de verduras crucíferas tienen todavía más beneficios para ello. Entre estas, puedes consumir brócoli, coliflor, coles de Bruselas, col china… Por último, el tomate es otro de esos alimentos mágicos que debemos incluir en nuestra dieta. El motivo se llama licopeno, un carotenoide que encontramos en él y que tiene numerosos beneficios para tu salud.
En contraposición, los alimentos que debemos evitar son las bebidas azucaradas, las mantecas y las harinas refinadas. En resumen, todos los alimentos procesados que incluyan azúcar en su composición. Además, se desaconseja el consumo de carne roja más de dos o tres veces a la semana y añadir sal y azúcar a las comidas. ¡Las grasas saturadas son otro de los “prohibidos”!
Estoy segura de que te han surgido mil dudas sobre cuál es la alimentación correcta para prevenir el cáncer y otras enfermedades. De hecho, soy consciente de que no es sencillo. Sin embargo, para ello existen profesionales que podemos encargarnos de guiarte en tu búsqueda de la comida saludable. ¿Quieres que hablemos? ¡Lo tengo todo listo para empezar a cuidar de tu salud!